Después de haber cantado en la Basílica de San Pedro Vaticano en Roma, el Coro de Fuentearmegil vuelve a actuar con sus voces en uno de los templos más emblemáticos de España, en la catedral de Burgos.
Esta actividad supone una motivación especial para esta pequeña agrupación polifónica, orgullo de este pueblo soriano de apenas 60 habitantes actualmente. Está compuesto por gente mayor de Fuentearmegil y de varios pueblos de esta zona tan duramente castigada por el envejecimiento y la despoblación.
Entre sus componentes destacan nonagenarios y octogenarios que no dudan en volver a viajar y levantar sus voces con orgullo llevando el nombre de sus pueblos sorianos a otros lugares como yo la hicieron recientemente viajando a Roma para cantar en la Basílica de San Pedro Vaticano.
Una o dos veces en semana, y a pesar de las condiciones del invierno soriano, los componentes de esta agrupación se reúnen para ensayar y preparar las actuaciones. La mitad de los componentes se desplazan a Fuentearmegil desde otras poblaciones: Alcoba de la Torre, Langa de Duero, Zayuelas, San Esteban, El Burgo de Osma e incluso desde Ciruelos de Abajo, perteneciente a la vecina provincia de Burgos.