José Luis Martin, del Centro de Orientación Familiar (COF), avisa de que cada vez más jóvenes están desarrollando nuevas formas de adicción que a menudo pasan desapercibidas: se aíslan, se enganchan al móvil o a los videojuegos, bajan el rendimiento escolar, cambian de humor? y muchas veces nadie se da cuenta.
Según Martín, estas situaciones están afectando a su salud emocional y su forma de relacionarse con los demás. Desde el centro también avisan de que muchos menores empiezan a consumir pornografía a edades muy tempranas, lo que les distorsiona la idea del afecto y la sexualidad.
Insisten en que los padres tienen que estar atentos, hablar con sus hijos y acompañarlos de cerca. No se trata de controlar, sino de estar presentes, para que no acaben atrapados en algo que les haga daño.